En el pasado, las familias campesinas nicaragüenses eran autosuficientes en el mantenimiento y mejoramiento de sus propias semillas tradicionales o criollas, debido a que no existían sistemas formales de mejoramiento, promoción y comercialización de semillas.
Además, cada generación campesina heredaba sus costumbres, conocimientos, experiencias y semillas, de abuelos y padres a hijos y nietos. Por estos motivos, las semillas criollas están ligadas a la identidad cultural ancestral. Durante las últimas décadas y como consecuencia de la “revolución verde”, que introdujo semillas mejoradas profundamente dependientes de insumos externos en los que se incluyeron agroquímicos altamente tóxicos, las variedades criollas prácticamente se fueron perdiendo de la cultura productiva y alimentaria nicaragüense.
Sin embargo el tiempo ha demostrado que la “revolución verde” y los cambios tecnológicos que ésta generó, aumentaron la vulnerabilidad agroecológica de los cultivos, poniendo así en riesgo la seguridad alimentaria, la economía familiar y la soberanía de la población para producir y alimentarse.
En la actualidad las semillas criollas, las cuales son parte esencial de la agrobiodiversidad local, están sometidas por lo menos a tres grandes amenazas: la erosión genética, la contaminación transgénica y la privatización genética.
Entre las opciones para proteger las semillas criollas nicaragüenses de estas amenazas, esta la iniciativa de promoción de los bancos comunitarios de semillas que varias organizaciones campesinas y ONGs, entre ellas el Programa Nacional de Campesino a Campesino de la UNAG y a nivel Regional la Alianza Centroamericana de Protección a la Biodiversidad, promueven desde hace varios años en el país.
Consecuentemente, la Alianza Centroamericana de Protección a la Biodiversidad, y el Programa Campesino a Campesino (el que ha sido apoyado por SWISSAID en este proceso), sumaron y coordinaron esfuerzos para la organización del primer Encuentro centroamericano de Bancos de Semillas Criollas, con la finalidad de generar un espacio para el intercambio, y la coordinación entre la red viviente de bancos de semillas, no solo en Nicaragua sino que también a nivel Centroamericano, como un paso para fortalecer las conexiones entre las familias campesinas, lideres y lideresas en la región.
La gran importancia del rescate de las semillas criollas consiste en la conservación de la diversidad de la vida, la cual forma parte de los recursos genéticos integrados en el Patrimonio Genético Nacional y regional.
(Para mayor informacion, solicitar el documento en PDF a biodiversidad@humboldt.org.ni )
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